viernes, 22 de julio de 2011

La Vida y la Muerte

Hoy hace justo 5 años que entre por mi pie en la puerta pequeña que se ve en la foto y me sacaron por la grande con los pies por delante; perdí la Vida y vi a la Muerte.


Esta mañana he vuelto a entrar por la misma puerta y he podido hablar con Joana, una de las personas que junto con la Dra. Anabel me devolvieron la Vida y alejaron a la Muerte con dos sesiones de cardioversiones eléctricas (electroshocks) y la posterior intubación orotraqueal con ventilación mecánica para superar los episodios de taquicardia ventricular mal tolerada que sufrí dos horas después de sufrir un IAM anterior (Infarto Agudo de Miocardio).

Aquel sábado y domingo de julio del 2006 los astros estaban todos a favor y gracias a muchas personas hoy puedo escribir estas líneas.

Hoy quiero acordarme especialmente de Quim y de Fina que me llevaron al hospital, dar las gracias a Joana y a la Dra. Anabel; al conductor de la ambulancia que me tenía que trasladar al Valle Hebrón por tardar más de dos horas, a los pilotos del helicóptero por llegar pronto y volar rápido, a los Doctores y personal del Hospital Clínic por hacerme sobrevivir a los posteriores  shocks cardiogénicos que sufrí y que según estadísticas su mortalidad suele ser superior al 80%, además de otros percances graves que se presentaron durante los días posteriores.

Joana se ha alegrado mucho de ver que seguía con vida, me ha dicho que sin saber por qué, de vez en cando se acordaba de mi caso y se preguntaba que tal me habría ido, ya que fue ella la que después del tratamiento del infarto, una vez ya recuperado y justo cuando termine de comunicar por teléfono a mi mujer que todo iba bien y tal y tal, presenció el desmayo fulminante del cual nunca me hubiese recuperado sin su asistencia.

Por más que me esfuerce, nunca he podido recordar nada de lo sucedido aquel día ni en los días siguientes, por lo menos tres semanas de mi vida han desaparecido por completo de mi memoria.

Al despedirme de Joana nos hemos fundido en un espontaneo y emotivo abrazo y al salir de nuevo por la puerta grande no he podido reprimir las lágrimas…

1 comentario:

  1. Me he quedado sin palabras, amigos...me alegro de que estés aquí.

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