Verdaderamente somos poca cosa si nos comparamos con una galaxia; la tierra es pequeña y nosotros desde lejos somos invisibles.
Cuando acabe de publicar esta entrada iremos a despedirnos de Joaquim; su alma se fue ayer muy arriba y hoy su cuerpo pasará a formar parte de la Tierra, aún no le tocaba marchar pero el destino no siempre acierta y muchas veces se equivoca. D.E.P.
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