El desayuno que acabo de degustar hubiese sido perfecto si lo hubiese compartido con una persona que ahora mismo está a más de 600 km. Al lado mismo del huerto he recogido un magnifico ejemplar de pota d’ase (Macrolepiota procera) también conocida como apagallums (apagador) ya que cuando los ejemplares son jóvenes recuerdan los antiguos apagadores de las velas.
En la siguiente foto se aprecia el tamaño de la seta que para esta ocasión he arrancado entera, normalmente se cortan a medio pie ya que este no se come. La forma del pie es lo que da el nombre de pota d’ase (pata de burro) a esta seta en algunos lugares. Desconozco por qué en algunas zonas le llaman Palometa.
En un momento, sartén al fuego con un chorrito de aceite, seta con la pinta hacia abajo hasta que se dore, (antes le habremos quitado todas las escamas y lo marrón del centro).
Como si fuese una tortilla le damos la vuelta y un rato más al fuego, por la parte del sombrero no hace falta que se dore.
Mientras preparamos dos rebanadas de pan de payes con tomate y un buen café y este es el resultado:
Para hacer salivar a la persona que yo sé y a lo mejor a otras, os diré que no he usado los cubiertos; he doblado las rebanadas por la mitad y me las he comido a bocados mientras el jugo que desprendía la pota d’ase me “regalimaba” por entre los dedos de las manos…
que delicia!!! nunca desayuné con hongos, debería probarlo :)
ResponderEliminarsaludos!!
Carola