Las alcachofas han desaparecido, ya desde su siembra dieron la impresión de que no querían prosperar y al final han sucumbido.
En el lugar ocupado por los guisantes y las habas hemos puesto los calçots de los que esperamos hacer un minucioso seguimiento de cómo van evolucionando. Hoy llevan diez días puestos y no se nota apenas ningún movimiento.
Desde hace muchos días las tomateras de Montserrat se han muerto completamente, este año entre el experimento peligroso y las circunstancias ambientales, un día para otro decidieron secarse sin apenas ofrecernos ningún tomate en condiciones.
Los pimientos siguen produciendo a un ritmo lento pero que parece seguro. Las plantas que no han querido crecer no han crecido y por supuesto no han producido.
Las berenjenas, tanto las negras redondas como las otras van haciendo unos escasos ejemplares raquíticos aunque muy buenos de sabor y textura.
El resto de tomateras están todas para el arrastre; las que han producido más han sido las San Marzano, las Bodar y las de corazón de buey, las últimas en extinguirse son las San Marzano y las Cherry.
Las coles siguen siendo la merienda ideal para las gallinas, van haciendo hojas aunque es necesario regarlas con frecuencia para mantenerlas en condiciones.
Las acelgas, el maíz y los calabacines hace días que ya no están, al igual que las calabazas que de las cuatro que plantamos sobrevivieron tres, de las cuales hemos cosechado una calabacita de cada una.
Estas son dos de las tres calabazas de este año, pequeñas pero muy buenas de sabor. El puré con la cascara incluida y cebolla está de muerte. (Ojo, la moneda es de 2€, las calabazas no son tan pequeñas…)
Para acabar una foto del perejil del que nos vamos abasteciendo a medida que lo necesitamos para las distintas recetas en las que interviene.
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